TELEBASURA

Está de moda la palabreja. Todavía no existe un acuerdo sobre qué significa en realidad pero la noticia de que el Gobierno y las televisiones tendrán para Navidad un código que la regule y que básicamente, lo que hará será prohibirla durante casi todo el día, ya pone nervioso a más de uno.

Al margen de que me parezca una discriminación que se preocupen por la integridad moral de los niños y se despreocupen de la de los mayores, ¿qué es "telebasura"? Cuando surge este debate las miradas siempre se centran en dos tipos de contenidos: Sociedad y Sucesos. Obviaremos por tanto que ciertos programas informativos también pueden ser telebasura.

Y aquí empieza la trampa, porque si la cuestión se focaliza en telebasura SI o telebasura NO, no hay solución. Si acordamos lo primero nos quedaremos como estamos (o sea, no muy bien) y si es lo segundo es un absurdo, porque la crónica rosa y la de sucesos son dos contenidos informativos tan lícitos como cualquier otro. Lo que pasa es que hay formas y FORMAS de elaborar esos contenidos, y criterios y CRITERIOS para decidir quiénes serán los protagonistas de los espacios.

Por ejemplo, desde hace unos años se puso de moda en la crónica de sucesos ofrecer imágenes de los familiares de las víctimas durante el entierro, en pleno cementerio. He visto como espectador muchas veces esas imágenes, como periodista he tenido que elaborarlas unas cuantas, y sigo esperando que alguien me explique cuál es el interés informativo de un entierro. Entiendo que un plano general sirva como visión del respaldo popular de un pueblo entero hacia una familia, pero no sé la aportación del primer plano sobre la cara de la madre, llorando junto al ataúd de su hijo. Lo dicho, cuestión de matices, de formas.

Luego está el eterno recurso de quienes quieren que todo siga igual (porque a ellos les va bien, claro): "Es que es lo que la gente pide". Pues no sé... he visto a la gente manifestarse por una guerra, por atentados e incluso para que sus equipos de fútbol no bajaran a 2ªB por impago, pero nunca he visto una manifestación a favor o en contra de un programa de TV. Se lo escuché una vez a Andreu Buenafuente: eso de que se ofrece lo que pide la audiencia es la gran mentira de la televisión. La gente no pide nada, llega a su casa cansada de trabajar y enciende la tele para ver qué hay.

También habla del tema:

Sonia Blanco: "Telebasura: tal vez hayamos iniciado el buen camino (Act. 1)".


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