Leyendo Slow book, slow blog me he puesto a pensar en cuál sería el último slow post que he leído (es decir, artículos de los que dejan huella, que cambian tu forma de pensar sobre algún tema considerablemente y que deben degustarse poco a poco).
Lo he tenido fácil, sobre todo porque últimamente no tengo demasiado tiempo para ejercer como bloguero oficial y además el artículo me impactó: Por favor, ¡pirateen mis canciones! es un texto de Ignacio Escolar con más de tres años de antigüedad pero con un tema muy vigente.
¿Cuánto se lleva una discográfica por cada disco vendido? ¿Y su autor? ¿Qué le conviene más a un artista, 1.000 discos vendidos o 10.000 copias ilegales difundidas por Internet o en el "top manta"? Todo esto y más en el artículo de Escolar.
Lo he tenido fácil, sobre todo porque últimamente no tengo demasiado tiempo para ejercer como bloguero oficial y además el artículo me impactó: Por favor, ¡pirateen mis canciones! es un texto de Ignacio Escolar con más de tres años de antigüedad pero con un tema muy vigente.
¿Cuánto se lleva una discográfica por cada disco vendido? ¿Y su autor? ¿Qué le conviene más a un artista, 1.000 discos vendidos o 10.000 copias ilegales difundidas por Internet o en el "top manta"? Todo esto y más en el artículo de Escolar.
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