En la lista de correo del GPD se está generando un debate interesante acerca de los periodistas digitales y su relación con los medios tradicionales, que parecen querer abanderar un movimiento del que apenas se están enterando. Me quedo con las reflexiones de Quim Gil:
Tal vez el gran medio unidireccional, en Internet o no, tiene miedo a la diversificación de los modelos de negocio y a que éstos se le escapen. Y el periodista pre-Internet, a que su privilegiado papel de "gatekeeper" disminuya, pero no es tanto que disminuya, sino que a partir de ahora, se comparte. Con todos.
Hace ya unos cuantos años que algunos llegamos a la conclusión de que el periodismo en red depende de las redes. Sociales. Si la sociedad está desenredada y sus individuos están divididos y enganchados a medios de masas unidireccionales de nueva generación (ej. el 90% de lo que se vende y venderá bajo "contenidos en banda ancha") el periodismo en red seguirá relegado a las catacumbas, o el autoengaño.
En cambio, allí donde haya mil (por decir algo) ciudadanos en red habrá lugar para un periodista en red profesional. En nuestro pueblo, en la Internet temática o en la cordillera Andina. Y ese periodista profesional no saldrá (necesariamente) de la profesión del periodismo, sino de la red que llegará a la conclusión de que la profesionalización de uno de los suyos es útil y necesaria. Quizá por este motivo las redes están generando experimentos más interesantes de periodismo que los propios periodistas, incluyendo aquí a un buen porcentaje de los denominados digitales.
Tal vez el gran medio unidireccional, en Internet o no, tiene miedo a la diversificación de los modelos de negocio y a que éstos se le escapen. Y el periodista pre-Internet, a que su privilegiado papel de "gatekeeper" disminuya, pero no es tanto que disminuya, sino que a partir de ahora, se comparte. Con todos.
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