Bienvenido Mr. Marshall

Anoche cenamos con una de esas noticias que te llenan de vergüenza ajena y te dan ganas de empezar a animar en el Mundial a cualquier selección menos a España, o por lo menos a cualquiera que no represente a un país tan asquerosamente racista como el nuestro.

Unos treinta menores de edad procedentes de Mali llegaron ayer a un albergue de la Cruz Roja situado en el municipio de Garachico, Tenerife. Y claro, la hospitalidad de los vecinos para recibirlos no se hizo esperar. Insultos, golpes atajados por la policía y vete a saber qué más tenían en mente las decenas de descerebrados que esperaban el autobús con los menores.

Y en los testimonios que recogía la periodista, comentarios alucinantes (y los que se quedarían sin editar): que si traen enfermedades, que si sus hijos no podrían salir a la calle... vamos, sólo les faltó decir que si empezaban a lavarse para que se les fuera ese asqueroso color negro tal vez sería otra cosa...

No quiero caer en el error de identificar al todo por la parte, pero también temo que al final este país pueda ser así, sobre todo si seguimos teniendo periódicos llenos de mierda racista y políticos que identifican malintencionadamente inmigración con delincuencia. Rescato el comentario aparecido hace semanas en Al Abordaje, para ampliarlo diciendo que en España no hay más racismo a pesar de sus políticos y medios de comunicación.

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