En China están decididos a ponerle puertas al campo, lo malo es que esta gente, con la disciplina que les caracteriza, a lo peor hasta lo consiguen. Si hace poco lograron convencer a Google para que autocensure las búsquedas en su país, ahora quieren sacar una ley para "prevenir la adicción a Internet" de los jóvenes.
Bajo este objetivo tan bondadoso (¿quién se va a negar a luchar contra la "adicción" a algo?), se esconde otra política censuradora que se justifica, según el presidente del comité precursor de la idea, Yang Jingyu, porque
"si no hubiera cafés de Internet, los estudiantes se concentrarían más en sus estudios. Si necesitan Internet, que lo utilicen en casa".
Claro, valiente argumento. Y para prevenir la obesidad vamos a cerrar todos los restaurantes, que coman sano en casa que para eso tiene la gente cocina.
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