Odas a Soitu: "No nos ha dado tiempo..."



No conozco a un compañero amante del periodismo en la Red que no esté aún conmocionado por el cierre de Soitu. Una amiga de Madrid me comentó hace poco en una cena la dura situación por la que pasaban, con despidos de redactores por falta de recursos. Pero nunca pensé que se llegaría al cierre.

Y pese a que quería dejar tiempo para escribir y ponerle algo de humor, (por cierto imperdible el vídeo de la Redacción!) no se me pasa. Son demasiadas clases poniendo Soitu como ejemplo de excelencia online y ahora cierran. Como profesor uno se queda con cierta cara de gilipollas, para qué negarlo.

A pesar de haber tenido varios reconocimientos internacionales por la calidad de su producto periodístico (por abrir el medio a contenidos externos, por liberar códigos, por ofrecer una agenda diferente de temas y por muchas cosas más), la triste noticia que siempre supone el cierre de un medio de comunicación nos ha recordado de golpe una realidad no periodística, sino empresarial: Una cosa es el producto y otra su modelo de financiación. Y por mucho esfuerzo que se haya hecho en lo primero, si lo segundo no existe no sirve de nada.

Como ya han escrito muchos en estos dos días no me preocupan los amigos de Soitu, no tardarán en colocarse. Pero el panorama se nos queda manco, sin uno de los proyectos más ilusionantes e ilusionados de los últimos años en nuestro país.

Después de conocer la noticia pregunté en dos clases quién sabía que Soitu había cerrado. Una era un grupo de alumnos de segundo curso de Comunicación, la otra estaba formado por profesores de Secundaria. Nadie conocía Soitu en ninguna de las dos clases, y de eso ha muerto Soitu, de la falta de tráfico. De eso, y de la poca paciencia de su gran inversor, el BBVA, que se acabó antes de que pudieran llegar otros (¿llegarán otros?).

En nueve meses nos hemos quedado sin Soitu y sin la redacción digital de ADN.es, otro grupo que hacía cosas interesantes pero que tampoco parecía llegar a las exigencias mínimas de rentabilidad. Me da miedo quedarme sólo con cosas como El Imparcial, que sí parece tener fondo de armario económico, y me pregunto si resistirá LaInformacion.

En cualquier caso el cierre de Soitu nos devuelve a la realidad, la del dinero, de la rentabilidad a corto plazo y de la poca paciencia de los inversores. Rescato algunas reflexiones de las muchas que hay estos días por la Blogosfera sobre el tema, algunas son las merecidas odas que Soitu representa. Otras, la descripción de esa realidad:

Pepe Cervera:

[Soitu] ...pecaba de demasiadas ganas de estar de y a la moda. El peso del (excelente, sin duda) departamento técnico resultó excesivo en sus decisiones estratégicas, y se dejó llevar por corrientes (como la de las redes sociales) populares pero no claramente integradas en el producto periodístico. Sufrió desde el principio el defecto y la fortaleza de contar con un único inversor principal, lo que les condenó cuando este inversor (el BBVA) decidió revertir su inicial apoyo. Y tuvieron la desgracia de estar en un país donde la industria de los medios de comunicación se está viniendo abajo...


Enrique Meneses:

Dicen los expertos que, cuando uno se cae del caballo, hay que levantarse y volver a montarlo enseguida. “Sindo” ya lo ha hecho. Ha abierto brecha para que otros sigamos el camino. A él no le va a faltar apoyo porque de los pesimistas y pusilánimes no se debe esperar nunca nada pero de los que creemos en esta profesión, puede esperar todo...


Pedro de Alzaga:

La apuesta no ha salido adelante, pero era correcta, porque apostar por la calidad en la información nunca puede ser un error. Ahora sólo hace falta que algunos inversores miren un poco más lejos para comprenderlo; más lejos de casi dos palmos de su nariz, por ejemplo.


José Luis Orihuela:

Soitu ha sido un vivero de creatividad, de talento demostrado y de innovación. Aún en épocas de crisis me gustaría seguir creyendo que puedan existir “ángeles” capaces de apostar por proyectos tan potentes y prometedores como éste...


Adrián SN:

La crisis publicitaria no es una excusa, es real. Tan real que mata iniciativas ... Personalmente, desde Soitu.es me callaron las críticas iniciales con tres grandes aportaciones: Widgets; El Selector y por supuesto, la joya de la corono (que OJO no muere), UTOI.


y Sindo, para Cámara Abierta, sobre el cierre:




Creemos que estábamos a punto de atrapar el futuro del periodismo en la Red, pero no nos ha dado tiempo...


Actualización 19.20 h.: El amigo Adriano de LaInformacion nos ha regalado este vídeo homenaje a Soitu:

Comentarios

Enrique ha dicho que…
Nadie conocía Soitu. Yo sí lo conocía, pero no lo visitaba a menudo. Pensaba: a partir del lunes hago el hábito de visitarlo. Pero no me ha dado tiempo. No me siento culpable. Últimamente informarse se está convirtiendo en un trabajo duro.

No te sientas mal, Noguera. Recuerda que estás dando clases al futuro. Tú enseñas para lo que vendrá. Yo a veces pienso que lo hago para lo que se va. Por eso tenemos la sensación de que los alumnos están ausentes: unos se fueron y otros no han llegado todavía.

Y en esa tierra de nadie están también los periódicos de papel, adormecidos en las aceras, perdiendo lectores; y los periódicos virtuales, esperando a sus lectores (y al dinero), que todavía no han llegado.

Por eso ha muerto Soitu. Llegó demasiado pronto.

Así está el periodismo, la cultura democrática, en nuestro país:
alumbrando periódicos decimonónicos (El Debate) y enterrando los periódicos del futuro (Soitu).
Unknown ha dicho que…
Yo soy una amante del periodismo en la Red y no estoy conmocionada. Será que me importa más el periodismo que la Red y de periodismo en Soitu no andaban muy sobrados.
Y ojo, porque en lainformacion.com tampoco.
Pau ha dicho que…
Qué sabio comentario el de Enrique...
Jose Manuel Noguera ha dicho que…
Montse,

estamos de acuerdo en que a Soitu le faltaba contenido propio, o al menos tenían mucho menos en comparación con otros medios, y tres cuartos de lo mismo con Lainformacion.com.

Pero también creo que sí había mucho periodismo en ese sitio, aunque uno al que no estábamos muy acostumbrados.

Algunas de las experimentaciones fallidas de estos nativos digitales me gustaban más que las sólidas certezas de otros medios.