Momento de la actuación en el Hotel Waldorf de Vancouver
Pero que no lo haya entendido del todo no quiere decir que no me haya maravillado. Coupland dijo en prensa que nunca había hecho esto antes, que dejaría que fuera el público quien le guiase con sus gustos por Youtube y que así esperaba lograr "una nueva forma de socialización". Y así fue.
La sala está llena al inicio del espectáculo, calculo unas 300 personas y alguno se ha tenido que quedar fuera (¡como si no tuvieran Youtube en casa!). Al comenzar Coupland explica la motivación de esta especie de homenaje: "[McLuhan] pasó su vida explicando algo que no pudo ver, [Internet]".
Y Youtube será el paradigma de esta navegación colectiva y casi aleatoria que está a punto de comenzar. Un sueño conectado por intereses comunes y porque la risa, si es compartida, es mayor (al igual que las nauseas o el asco, que también aparecen en algunos vídeos sugeridos por más de un cachondo de la sala).
Antes de entrar se repartieron mensajes como éste en la cola
En la sala conozco a Dan, responsable de planificación académica de la otra gran universidad de Vancouver, la Simon Fraser University. Tampoco sabe muy bien a qué ha venido. Coupland. McLuhan. Youtube, eso es lo único que ponía en los carteles que había por toda la ciudad. "Es el autor de Generación X", me explica Dan sobre Coupland, que ya ha comentado a la sala que jugará con unos dados en cuyas caras hay temas (niños, animales, cine...). A esos temas, se sumarán las palabras que elija el público. Y así se elige lo que vamos a ver en dos grandes pantallas, hasta que nos cansemos saltando de vídeo en vídeo en Youtube...
Uno de los carteles a la entrada del hotel
¿Ridículo? No sé, pero el propietario del local debe de estar bien satisfecho, un cuarto de la sala ya ha pedido bebidas. Y Coupland cae bastante bien entre el público, además está luciendo una gran habilidad para combinar sus gustos con los de la gente. Pero vuelvo a la pregunta inicial, ¿qué tipo de espectáculo he visto?
¿Es éste el ocio de la posmodernidad? Internet conectando físicamente a las personas con una excusa tan barata como atractiva: sumar ideas y ver el resultado. Hoy fueron vídeos de Youtube, mañana quién sabe.
Y bueno, ¿cuál fe el menú resultante? Lógicamente una extraña sucesión protagonizada por vídeos como los siguientes (salvo el trailer de The Human Centipede, he omitido los que no recomiendo ver):
- etc...
A McLuhan le habría encantado comprobar cómo efectivamente el medio es el mensaje. Y el masaje.
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