El pasado 12 de diciembre Twitter anunció una nueva funcionalidad para automatizar lo que los usuarios ya llevaban tiempo haciendo de forma manual e intuitiva: los hilos. Sin duda una de las tendencias que se instaló en 2017 y que abrirá el 2018 es la consolidación del hilo en Twitter como formato narrativo.
Los hilos han servido para dar contexto a un entorno como el de Twitter que es, por naturaleza, descontextualizado y efímero. Y si una de las tendencias de 2018 será el contenido efímero, necesitamos mecanismos como los hilos para entender en su pleno contexto lo que el otro quiere decirnos.
Paradójicamente, aunque muchos conocieron los hilos por la tuit-novela veraniega de Manuel Bartual, creo que los usos más creativos e interesantes de los hilos de Twitter se están viendo no en la ficción sino en el ámbito del periodismo y la información. Dejo aquí una selección muy personal de hilos ejemplares:
El hilo de la corresponsal Cecilia González sobre una deportación polémica en Argentina.
El hilo de Javier Salas sobre los bots y la desinformación.
El hilo de Eduardo Suárez en el Día de la Maestra sobre su madre.
El hilo de Rukmini Callimachi sobre los atentados de ISIS.
El hilo de Sebastián Puig sobre Fake News.
El hilo de José Luis Antúnez sobre la historia de Sony.
El hilo de @eibarsestaox sobre la historia de los Hércules - Elche.
El hilo multimedia de WHO sobre la contaminación.
El hilo de El País con motivo del Día Mundial del Sida.
Bonus: el hilo de Paul Stamatiou sobre cómo Twitter diseñó los hilos.
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