Querido Vicente (Verdú): Cómo ser alguien bueno




[Artículo para la revista Carrusel del IES Carrús de Elche]

Querido Vicente,

Me piden para Carrusel, la revista de nuestro instituto, unas palabras sobre ti. Se me hace complicado, la verdad. No encuentro la forma de ser fiel para describir a un periodista, economista, pintor, sociólogo, escritor, poeta y sobre todo, un especialista en observar todo lo que ocurría a su alrededor. Pero tal vez debería quitarme presión porque no estoy aquí para resumirte (y por tanto para limitarte), sino más bien para recordarte. Poco importa si lo hago desde tu arte o desde tu ciencia.

Apenas te conocí de unos cuantos eventos comunes y, especialmente, de aquella amable entrevista que nos concediste a Fernando Bañuls y a mí en tu casa de Santa Pola. Fue demasiado poco para tener una idea aproximada de ti pero suficiente para percibir que tenías algo que decir sobre todo. Que hablabas del pasado y el presente como si lo hubieses diseccionado en recortes de prensa para luego recomponerlo a tu antojo (como hiciste con El Planeta Americano), y del futuro como si ya hubieses estado allí pero te diese vergüenza adelantarnos demasiadas cosas (como hiciste con Yo y tú, objetos de lujo). Quién sabe.

Así que dada mi incapacidad para ser fiel contigo en todas tus dimensiones, me vas a permitir un ejercicio de ficción. Voy a imaginar cosas que podrías haber dicho a los alumnos de Carrús y en particular sobre su futuro, ahora que están a punto de salir a una sociedad que les va a dar poco espacio para perfiles como el tuyo. ¿Y si el próximo Vicente Verdú saliera de Carrús? De hecho, ¿de qué otro sitio podría salir si no? ¿Cómo lo protegemos?

Creo que habrías hecho un listado de cosas que no te gustaría que les dijeran a los alumnos de Carrús y de Carrusel, empezando más o menos así: Querido alumno,   

-               Que no te digan nunca que lo que decidas ahora va a marcar tu vida, que “eres de Letras”, o de “Ciencias”. Eres muchas más cosas que un Bachillerato y te darás cuenta con el tiempo, tanto si “aciertas” con tu Bachillerato como si no.

-               Que no te digan nunca que la especialización es la única salida ni “lo que demandan más empresas”, por fortuna estás en el instituto y aún no hablas ese lenguaje. Ojalá no lo hables nunca.

-               Que no te digan que esta o aquella carrera tiene más salidas que otra. Como nos decía un antiguo jefe, las carreras no tienen salidas, son las personas las que las tienen. Algunos dan igual lo que estudien, no tienen salida; otros los ves y da igual lo que quieran estudiar, sabes que van a salir adelante.

Y sobre todo, querido alumno, encuentra tu pasión allá donde se encuentre. Busca aquello que te emocione y en lo que además quieras ser bueno. Porque para ser mediocre en algo que te aburra siempre estarás a tiempo. Puede que te paguen incluso por ello, pero no compensará todo el aburrimiento. Y busca ser bueno en un sentido amplio, el más amplio posible, no sólo en cosas sino también con las personas. Primero contigo, respetándote; después con los demás, respetándoles.

A veces pensarás que hay etapas de tu vida que están rotas, sueltas, que no tienen conexión posible con las demás y que ojalá no hubieran pasado. Pero después verás esas partes de otra manera. Las arreglarás de algún modo, dejarán de estar sueltas y se conectarán a lo que eres. La vida es como esos libros infantiles que todos hemos tenido en los que hay que conectar los puntos para ver la figura que hay de fondo. Te vuelves loco si intentas conectarlos según van apareciendo, tienes que esperar a tener todos los puntos, primero tienes que verlos todos de forma global.

La vida se entiende cuando miras hacia atrás, hacia delante solo puede vivirse.

Aspira a ser alguien bueno, en el sentido amplio, y deja que te guíe tu pasión hacia las cosas y las personas. Lo demás vendrá solo. Vendrá en forma de arte o de ciencia, pero vendrá”.

Eso creo, querido Vicente, que le habrías dicho a los alumnos de Carrús. ¿Me equivoco?

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