Ya no es nuevo que haya mucha gente reclamando cierta pausa en nuestras comunicaciones. El hartazgo hacia la velocidad que han tomado ciertas conversaciones digitales ha sido una de las consecuencias más evidentes de que se multiplicase la oferta de plataformas para publicar contenido.
Cuando las reflexiones rápidas pasaron de los blogs a Twitter se estableció un camino de ida pero no de vuelta, porque las reflexiones lentas también se mudaron, a lugares como Medium o a columnas de medios. El caso es que, ni las rápidas ni las lentas volvieron nunca a los blogs, que se quedaron en el mejor de los casos en tarjetas personales de presentación. Es significativo cómo, en muchos listados de blogs recomendados de hace unos años, la mayoría de esos blogs o no existen o ya no están activos. Habría que definir también qué significa ahora "activo", porque parece todo un lujo encontrar hoy en día un blog que al menos publique de forma mensual.
Ya no enlazamos a los blogs personales sino a las cuentas de Twitter. Es lógico, los enlaces se han ido a donde está la conversación activa. Los blogs siguen siendo un valioso archivo de la Web, pero hace mucho que dejaron de ser una conversación.
Y ese hartazgo ha mutado en el reclamo que decíamos al principio, con el que compañeros como Javier Cañada, Delia Rodríguez y muchos otros piden que se vuelva a los orígenes de internet. El primero de ellos el propio creador de la Web, Tim Berners-Lee, que vuelve a poner el foco en lo importante y lidera una nueva misión para descentralizar la Web y recuperar el control de nuestros datos personales.
Volver a los blogsVolver a postear actualizaciones además de artículosVolver a crear secciones de enlaces recomendando otros blogsVolver al los lectores de feeds (rss) para seguir a otrosIr dejando Twitter, Linkedin, Instagram, LinkedinVolver a poseer nuestro contenido.— Javier Cañada (@javiercanada) 27 de marzo de 2019
Yo he creado de nuevo mi blogroll (dinámico, claro, en constante revisión), y como es habitual, en un menú de enlaces en la columna lateral. Si te animas a recuperar el tuyo -lo que implica que empieces a recuperar tu blog- puedes hacerlo visible en tus redes sociales con #MiBlogroll.
No se trata tanto de la exposición de los gustos personales de cada uno como de la posibilidad de que, gracias a esa exposición colectiva y como decía antes, cada uno encuentre intereses comunes, lugares interesantes que desconocía.
Tal vez la nueva edad dorada de las newsletters pueda ayudar a recobrar los blogs. Tal vez simplemente queramos disfrutar de nuevo leyendo a personas y no a corporaciones. Tal vez sea algo imprevisto, como casi siempre. Es cierto que muchos han adoptado lugares como Medium como su "nuevo blog", pero es más bien "su nueva columna", no su lugar personal de publicaciones ocasionales.
Sea como sea, el caso es que recuperemos cierta pausa viendo qué leen los que vuelven a escribir en los blogs, con #MiBlogroll
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