Cómo narrar tu CV académico: Une los puntos



ANECA ha sido uno de los organismos más criticados por el colectivo universitario en toda su carrera. Burocracia inútil, falta de transparencia o de objetividad en los criterios de evaluación, han sido sólo algunos de los elementos que se le han echado en cara a menudo. Creo que ANECA no es un sistema perfecto, pero es mejor que ningún sistema, y por otro lado tampoco creo que existan los sistemas perfectos.

Dicho esto, los sistemas sólo se pueden hackear desde dentro, y el cambio iniciado este año parece apuntar claramente hacia un viraje en la evaluación, basado en una palabra que sólo aparece dos veces en el nuevo borrador, pero que lo cambia todo: "narrativa".

Ahora no hay que contar los méritos. Hay que contarlos.

Yo me subo a este barco, aunque con la confianza de que tampoco nos vayamos ahora al extremo contrario, donde el continente sea más importante que el contenido. 

La nueva evaluación no evitará que siga habiendo dos perfiles, ambos lícitos: el que apuesta por la cantidad y el que filtra más por calidad. En cualquiera de los dos casos, sugiero tres claves para quien se sienta algo perdido para encontrar claves narrativas en su trayectoria académica:

1. Trazabilidad: Une los puntos. ¿de dónde viene cada hito que has logrado en tu carrera? ¿En qué derivó la comunicación de aquel congreso? ¿En que estancia de investigación se gestó aquel capítulo de libro? A menudo hemos cometido el error y pagado el enorme peaje de resetear después de cada "logro", en lugar de entenderlos como parte de una línea de puntos que había que ir uniendo. Ahora por fortuna nos obligan a unir esos puntos. Ah, y también los puntos de los fracasos, que son el verdadero pavimento de todo lo que hemos construido. Que sepan que esa beca investigadora que conseguiste la pedías por tercera vez. 

2. Comunidad: Aunque estemos en Ciencias Sociales y no estemos acostumbrados a firmar una docena de personas cada artículo, nuestro trabajo es más colectivo de lo que parece. Simplemente acordarte de todas las personas que te han ayudado en algún momento armará parte de esa narrativa. ¿Donde y por qué surgieron esas co-autorías en tus publicaciones más importantes? ¿Por qué no aprovechas para dar crédito a todos los colegas que validaron en silencio alguna parte de tu investigación? La verdadera carta de recomendación es la que no hace falta escribir. 

3. Motivaciones: es lógico y normal que tus intereses investigadores hayan cambiado con el paso de los años, pero explica por qué cambiaron. Eso ayudará a entender, y a no malinterpretar, por qué un año publicaste un manual de radio, dos años después otro sobre comunicación de crisis y más tarde tres artículos sobre géneros periodísticos. Sin olvidar ese fantástico artículo sobre la representación de la mujer árabe en los medios locales franceses. 

Son sólo algunos pensamientos en voz alta. Si te saben a poco hay algunos más en uno de mis libros.

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