Un compañero me ha pasado esta referencia, perfecta para demostrar que ya en el siglo XIV, los grandes autores han querido que la audiencia les ayudase a mejorar su obra:
De Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, sobre cómo debía entenderse su Libro de Buen Amor (s. XIV).
- Cualquier hombre que lo oiga, si bien trovar supiese
- puede aquí añadir más, y enmendar si quisiese,
- ande de mano en mano a cualquiera que lo pidiese,
- como pelota [lanzada] a las chicas tómelo quien pudiese.
- Pues es de buen amor, prestadlo de buen grado,
- haced honor a su nombre y no dudéis en pasarlo a otros,
- no lo deis por dinero, vendido ni alquilado,
- porque no tiene gusto ni gracia, ni [hay] buen amor comprado.
De Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, sobre cómo debía entenderse su Libro de Buen Amor (s. XIV).
Comentarios
Una curiosidad, ¿cómo has acabado dando conmigo?
Un abrazo.
saludos,
JM
Un programa interesante, veo a algunos conocidos entre los nombres :)